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La escuela urbana marginada, permite que niños que viven a la periferia de la ciudad, puedan acceder a la educación básica, ya que estos no tienen la posibilidad o se encuentran lejos de las escuelas céntricas.
Algunas de las características de este tipo de escuela, en la mayoría de los casos, es que los alumnos pertenecen a un nivel socioeconómico medio bajo, aunque también se presentan casos de familias con nivel bajo; esto se debe a que tienen un nivel bajo de escolaridad y por ello su oportunidad de trabajo es menor, en este caso la mayoría labora en oficios informales y sus ingresos son bajos. Así los hijos no cuentan con todas las oportunidades educativas, esto puede interpretarse como el hecho de que algunos trabajan para poder solventar gastos escolares, contrario a las comodidades de las clases medias.
Se tiene por sentado que en este contexto suelen presentarse índices mayores de reprobación, deserción y bajo rendimiento, mas si consideramos estos fenómenos como algo muy complejo, en los que tanto las condiciones socioeconómicas, familiares, personales, educativas y hasta del propio sistema son los que inciden en esta problemática.
Es así como la práctica docente en este contexto se hace compleja y diversa, ya que pues el docente- y nosotros como futuros docentes- debe tener ciertas actitudes, quizás las más elementales sean, aunque esto es difícil, tratar de acoplarse a esta realidad y verla no como una desventaja, sino más bien como una oportunidad para poder, mediante la educación, cambiar la realidad del niño, darle el arma más poderosa en la vida que es la de: “aprender”.
Hecho por:
leymy
Brenda
Andres
Ling
Humberto
Arturo
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